lunes, 17 de agosto de 2009

EPÍGLOGA DE UN LUNES DESCAFEINADO


El Lunes es el día maldito donde frente a la puerta del trabajo se mueren todos los sueños de lotería. Cuando resignado frente a la LAPTOP, cuelgo las tenis de mi seudo imagen de “rebelde sin causa” y asumo esta careta de empleado, esta fachada de asalariado donde oculto mi alma de payaso.

Admito que lo me da pereza no es la resaca, si no el aburrimiento en masa que se ve en las caras. La gente tiene “otro sabor” los Lunes. Se podría decir que es chocolate amargo-triste-sáquenme de aquí. Y ese chocolate poco a poco se les derrite en el transcurso del día dejando un olor a nicotina y café recalentado, mientras todos avanzan al paso del martillo de PINK FLOYD.

Es imposible hacer la tregua con los Lunes. El nos declara la guerra abiertamente con sus “pendientes”, sus recibos y esa mañita de meternos la mano en el bolsillo, acordándonos de las cuentas por pagar después de la fiesta a manos rotas que tuvimos el fin de semana.

Maldito seas Lunes. Serás por siempre la oveja negra del calendario.

5 comentarios:

Gabs dijo...

Tenés la boca llena de razón, los lunes la gente y al ambiente se sienten diferente, ese pesar de un fin de semana que terminó y tantos planes que desearamos cumplir, "si tan solo tuviera más tiempo". Muy cierto, querido.

Alejandro C. Trejos C. dijo...

definitivamente, la oveja negra

L O L A dijo...

Nunca podré hacer tregua con el lunes, es un amargo trago que se asoma después de un feliz fin de semana.

Ameyal dijo...

No sé... igual que el viernes, el lunes es un estado del alma. Uno, depende del fin de semana que hayás tenido, el otro del que esperás tener. Igual que el martes depende del lunes y el miércoles del martes...
O todos dependen de nosotros...

muguika dijo...

No los maldigo, solo desearía poder prescindir de ellos

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