viernes, 3 de julio de 2009

Sueños Turbios


En infinitos puentes de noches mi OTRO YO me espera al final del río. Sus pasos son distantes, como de acertijo. Me saluda con su mano como quién eleva una cometa. Estira su sonrisa como quién tensa un arco y me dispara dos o tres preguntas que me dejan el alma helada.

Me quedo pasmado, como esculpido en sal mientras lo veo alejarse con todas las respuestas de mi futuro. Lo veo marcharse como en una película blanco y negro: silbando entre los postes de luz, arañando el suelo con el sonido taconero de su calzado que se aleja en FADE IN.

A veces vuelve a mirar atrás antes de desaparecer y sus ojos me dicen: lo sé todo

2 comentarios:

Vivi dijo...

Hola René! tanto tiempo ;)
saludos!

Ameyal dijo...

Muy bueno...todo un dejá vu

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